19 de julio de 2016
PARO NACIONAL DE TRANSPORTE DE GRANOS.
La familia forma parte de nuestro trabajo diario y se suma al reclamo ante tanta injusticia. Soy esposa de un camionero, en éste momento dueño de su camión y orgulloso de su trabajo. Son muchas las veces que duerme afuera y creo que a todas las compañeras les pasará como a mí la preocupación... si pudo cargar, si consiguió donde bañarse, donde comprar algo para comer, si está durmiendo en un lugar seguro, si está haciendo cola sobre la ruta y mil preguntas más... Lo veo desde sus 15 años arriba de un camión, primero con mi suegro y después solo, muchos años de chófer aguantando el rigor del patrón que le quitó el placer de ver nacer a sus hijos mayores, Haga clikc sobre leer más para seguir la lectura. l
los cumples y tantas otras cosas! Y siguió y compró su camión y trabajó como un burro y lo cambió... Y yo odio su trabajo y él lo ama! Se aguanta como ustedes las horas sin dormir, sin comer, haciendo cola, tirado si se rompe, viajando en rutas destruidas y esperando en puertos donde los tratan como animales, sin derecho nada... Y pagan peaje, número, precios absurdos por una comida, todo por traernos el pan a la mesa. Y hay épocas más injustas que otras, dónde con matarse trabajando no alcanza, aumentan los insumos, te comen los impuestos y llegas con lo justo a mantener el capital de trabajo. Éste año dos de sus amigos sufrieron accidentes, gracias a Dios sin desgracias físicas, pero que se van a llevar lo que se ganó con mucho esfuerzo. He leído hasta ahora sus estados y comentarios, y les pido que se unan, no se maltraten, cada cual, patrón o chófer saben de su realidad y del abuso, para la mayoría de la sociedad los camioneros son unos brutos ignorantes sin derecho, y para nosotros, su familia, son los que se sacrifican para que la rueda de la economía gire sin parar. El que pueda pare y luche, no sólo por ustedes, sino por toda la familia que se queda en casa esperando que lleguen bien, que no les roben ni se maten por el esfuerzo de un viaje más... Maxi es mi esposo y hace 25 años que no se baja de un camión, es su pasión y aunque a mí no me agrade demasiado, quiero que sepa que lo amo, que lo espero de regreso de cada viaje, y que soy su fiel compañera en su lucha por crecer y mejorar. Supongo que quienes los aman pensarán igual! No se dejen atropellar por ningún gobierno, y vayan amontonando caucho para hacer un fueguito.... va a ser cruel la helada ésta noche!!! Carta Publicada en Stylo Gorgojero.
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